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Julián Benito y sus andanzas sobre la cinta. Es sólo una cuestión de equilibrio

Es un joven trenquelauquenese, hoy radicado en Córdoba capital donde cursa sus últimos meses de la carrera de kinesiología. Aficionado a la fotografía y todo tipo de deportes, curioso e inquieto, hace unos 3 años se subió por primera vez a una cinta y no se bajó más. Él contó a La Opinión detalles de esta actividad tan respetada como temida por muchos.

Algunos podrán decir que está pendiendo de una cuerda, otros dirán que es un trapecista de circo y Fito Páez acertará en resaltar que es sólo una cuestión de actitud, pero para Julián Benito es sólo una cuestión de equilibrio. De sentir bajo la planta de sus pies esa cinta de apenas unos centímetros, mirar al horizonte con el viento en la frente y disfrutar del paisaje.
Si nos apoyamos en la famosa wikipedia se dirá que “el Slackline, conocido en español como cinta tensa, es un deporte de equilibrio en el que se usa una cinta que se engancha entre dos puntos de anclaje, generalmente árboles, y se tensa. A diferencia del funambulismo, en el que se camina sobre un cable metálico totalmente tenso o de la cinta floja en el que se usa una cuerda, en el slackline se camina sobre una cinta plana de nailon o poliéster. En el slackline no se usa ninguna herramienta para ayudarse a mantener el equilibrio”.
Pero será Julián Benito quien sea el encargado se surfear la cinta y contarnos de qué se trata este deporte. Es un joven trenquelauquense, radicado en Córdoba capital donde está cursando ya sus últimos meses de la carrera de kinesiología. Aficionado a la fotografía y todo tipo de deportes, curioso e inquieto, hace unos 3 años se subió por primera vez a una cinta y no se bajó más. Su objetivo es difundir este deporte donde él insiste en que “es solo es una cuestión de equilibrio”. “No hay excusas, no hay límites de edad, sólo hay que hacer equilibrio”.

 Deporte nuevo
Poco a poco se hace más común ver en los espacios púbicos, como puede ser el Parque Municipal, una soga pendiente entre dos plantas y una persona caminando arriba de ella, haciendo equilibrio. Un deporte nuevo, pero que busca afianzarse. Benito recuerda cómo se dio ese primer contacto con la actividad. “Estaba en el patio de la facultad, hace ya unos 3 años, y vi que estaban haciendo equilibrio en la soga. Me dije, ‘yo quiero hacer eso’ y de curioso como soy fui, pregunté cómo era, siempre recibí una muy buena onda de todos y ahí, ese día, me subí y logré hacer unos dos o tres pasos. Desde ese día no paré mas”. Fue un amor a primera vista. Después de tanto buscar e incursionar en deportes, Benito dio con su pasión. Investigó y junto a su padre en una ferretería se armó su primer set “nos pusimos a investigar y la gran mayoría de las cosas, para iniciarse, se pueden comprar en una ferretería de la ciudad. Compramos una cinta de sunchar que es la que se usan para los camiones que tiene unos 3 dedos de ancho, los elementos para tensarla y listo. Después con el tiempo uno puede comprar todo lo que es original. La cinta con la que uno arranca es más ancha y fácil para caminar. Uno va probando, desde la tensión de la cuerda, a la distancia y altura. En este deporte hay varias modalidades según el nivel.
Ahora estoy caminando sobre la cinta original que tiene un dedo pulgar de ancho”.

Para iniciarse
Benito aseguró que el próximo verano volverá a la ciudad con su cinta ya que tiene entre sus objetivos seguir difundiendo este deporte. Sostiene que es una actividad simple y barata para iniciarse. “Lo ideal es comenzar con la cinta más ancha ya que es más cómoda para el pie. Uno se puede sentar y pararse tantas veces como pueda. Es un deporte que al comienzo lleva mucha frustración porque no es simple. Pero sí tiene una simpleza que no tiene otros deportes. Lo que más me gusta de esto es que uno puede ir a un parque, colgar la cinta entre dos árboles, hacer equilibrio, tomar unos mates con amigos, leer un libro, volver a subir a la cinta y disfrutar siempre de la naturaleza. Porque a pesar de que es un deporte individual, arriba de la cinta solo está uno, se comparte mucho con el entorno”. En cuanto a la seguridad para los iniciados manifestó que no es demasiada a tener en cuenta “uno debe fijarse bien que los arboles estén en buenas condiciones, anclar la cinta a la rama principal o al tronco, además de poner un protector al árbol para no lastimarlo y nada más. Porque cuando uno arranca la altura de la cinta está a la rodilla, es decir que no hace falta mucha más seguridad. Cuando uno avanza en el deporte, y requiere hacer trucos y caminar en altura, ahí la seguridad es un tema más importante”. Otro puntos importante es la fortaleza muscular que se adquiere “es un deporte muy completo, no solo mental, sino físico. El primer día me acuerdo que me dolía todo, porque se trabaja mucho el core, zona medias y zona inferior. Muchos músculos intrínsecos del pie se fortalecen. Yo en ese tiempo jugaba mucho al fútbol y estaba siempre con algún esguince de tobillo y se curó haciendo este deporte, porque uno lo fortalece mucho”.
Otro punto a tener en cuenta es la tensión de la cinta “son dos modalidades diferentes y uno debe aprender a caminar con una cinta muy tensionada como en una cinta con poca tensión. Caminar unos 15 metros en una cinta muy tensionada es como hacerlo en una viga. La primera vez el pie, la pierna y todo el cuerpo te empieza a vibrar y uno tiene que lograr desbloquear esa vibración extrema, tirarle todo el peso al pie y lograr el equilibrio. Uno siempre debe jugar con las tensiones de la cuerda, pero no es algo que tenga una relación proporcional en dificultad”.

Más lejos, más alto
Con el correr de los años, Julián se fue adentrando en el deporte, mejorando sus habilidades e incursionando en otras modalidades. Una de ellas es la de altura, cuyo nombre es el Highlines. “He podido realizar este deporte en varios lugares de Córdoba o Mendoza, el año pasado al pie de la cordillera donde además se suele realizar un festival. En altura todo cambia, porque está el factor del viento y del miedo, situaciones que te limitan un poco. Además uno va aprendiendo cómo instalar la cinta, se toman todas las medidas de seguridad necesarias, con equipos de escalada homologados. Uno tiene que saber mucho de alpinismo. A mí todavía me hace falta aprender a hacer los agujeros en la piedra, para poner los tarugos, tornillos y la chapa donde luego va montada la cinta. Uno necesita una altura mínima de 30 metros. Yo he estado a 100 metros caminando, con el arnés de seguridad y cuanta más altura es más seguro. Lo máximo que realice caminando fueron 222 metros, una distancia que no me la olvido más”.
Pero esta es una modalidad de las más extremas que tiene el deporte. Benito manifiesta que no es lo “más común” ya que “es un deporte de ciudad. Uno lo suele ver en los parques de las ciudades, con la cinta entre dos árboles.
La modalidad de altura es ya para los más avanzados y no son tantos. Hay gente que hace unos 10 años que está en esto y la tienen muy clara. Yo he visto a chicos que en un transcurso de 5 años han avanzado un montón”.

Las modalidades del Slackline

Trickline o cinta de trucos:
El tipo de slackline más difundido es el trickline donde la cinta se ubica a poca distancia del suelo y bien tensa. Este tipo de slackline se practica con una cinta de 50 milímetros. En esta modalidad se practican principalmente saltos y trucos de destreza. Anualmente se celebra una copa del mundo de esta modalidad.

 Waterline o cinta sobre el agua:
Esta modalidad se realiza tanto con cintas anchas de 50 milímetros como estrechas, la diferencia consiste en que se realiza encima del agua.

 Longline o cinta larga:
El longline se basa en cintas de más de 40 metros de largo y 25 milímetros de grosor. Dado que el principal objetivo es cruzar de un lado a otro realizando diferentes posturas en equilibrio, el balanceo en esta modalidad es mucho mayor.

Highlines o cinta alta:
La modalidad más extrema se conoce como highline y se realiza sobre cintas ubicadas a más de 20 metros de altura. Las highlines requieren equipo especial, como poleas, backup, bananas linegrip, eslingas, grilletes y un buen punto de anclaje y experiencia en seguridad y montaje. Por lo general el equilibrista porta un arnés con una cinta con anillas enganchada a la cinta plana slackline aunque hay quienes realizan esta modalidad sin ningún tipo seguridad.

Rodeoline o cinta suelta:
Una de las modalidades más difíciles se coloca una cuerda muy poco tensada en forma de U y se busca conseguir un balanceo sobre la misma de pie como si fuera un columpio.

Yoga slackline o yoga en cinta tensa:
Consiste en realizar posturas de yoga o asanas sobre la cinta, se precisa mucha concentración y práctica sobre la cinta.

Fuente: Diario La Opinion

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