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La felicidad tiene forma de correr

Andrea Changazzo: Mejor deportista 2019

La Opinión dialogó con Andrea Changazzo, Mejor Deportista 2019, y quien el jueves tuvo su día más feliz desde que inició el aislamiento social. Volvió a trotar. Volvió a sonreír. Un repaso por su corta pero exitosa carrera deportiva.

La Flaca”, “La Chiquita”, “La Changa” muchas maneras de llamar a esta joven atleta que en el 2019 se coronó Campeona Internacional de Maratón tras ganar los 42 kilómetros de A Pampa Traviesa, además de los 42 kilómetros por las montañas de Córdoba en la Ultra Amanecer Comechingón y que la llevaron a ser considerada la Mejor Atleta y Mejor Deportista del Año en la Fiesta Anual del Deporte organizada por Diario La Opinión.
Andrea Changazzo disfruta de un atletismo de manera divertida. Sólo lleva unas temporadas compitiendo, a su estilo, y eso le ha permitido disfrutar sin presión. Pero lo que no se puede ocultar es que Changazzo tuvo un avance sostenido en apenas tres años de atletismo callejero. Desde su debut en los 5 kilómetros de una Pre A Pampa Traviesa en Santa Rosa a ganar en esa distancia unos meses después.
El último jueves tuvo su día permitido de salida recreativa y no ocultó la felicidad. “Estoy feliz, feliz, volvimos a sonreír”, expresó. Sobre la ansiada vuelta al trote contó que “me tocan los lunes y jueves, estaba muy ansiosa y nerviosa, la noche anterior me preparé la ropa, no sabía si salir a la mañana o al mediodía, y no sabía cómo iba a responder el cuerpo en esto de poder correr después de tanto tiempo. En casa he podido hacer algo en el patio pero no es lo mismo. Además, ahora tenemos que salir por los caminos rulares, algo que yo no estaba muy acostumbrada porque siempre suelo salir por asfalto y por el Parque, donde hay gente”.
Para Changazzo, y como así también la mayoría de los deportistas, fue sólo una salida recreativa. “La recomendación de Marcos (Gómez Kistner), mi entrenador, fue la de hacer más o menos 45 minutos de un trote muy tranqui a ritmo de 5, más o menos. Salí una hora, con el reloj para no pasarme del tiempo pero sin mirar el ritmo, pero cuando llegué a casa pensé que iban menos minutos, se me pasó volando. Estaba feliz”.

Jugar a ser la mejor
En la Fiesta del Deporte 2018 Andrea Changazzo estuvo ternada en la nomina de atletismo pero allí fue elegida Natalia Velázquez, una noche que marcaría el futuro de Changazzo. A partir de ahí decidió jugar a ser la mejor. “Mi meta fue algo chistoso, me acuerdo que en esa Fiesta del Deporte del 2018 al no haberla ganado empecé el 2019 diciendo que tenía que ganarla, fue como un juego, no me esperaba lo que luego llegó de ser la Mejor Deportista del Año, pero sí quería ganar la terna de mi deporte que es el atletismo y fue así que el 2019 me puse metas más importantes. Los 42 kilómetros de A Pampa Traviesa no fueron programados, pero mi familia y amigos siempre me decían que tenía que correr un 42k porque siempre corría mucho y no me cansaba, así que lo intenté”.
En ese momento, Changazzo entrenaba en Santa Rosa y recibió el visto bueno de su entrenador para que sea parte de la distancia mayor. “Se dio una carrera que corrí sin presión, nunca fui a buscar un tiempo ni un puesto, sólo en el kilómetro 37 miré el reloj para ver cómo iba ya que fue ahí que mi entrenador me dijo que tenía que salir a buscar a la que iba adelante. Así que los kilómetros finales fueron intensos y terminé ganando. Lo mismo pasó cuando debuté en los 42k de montaña en Amanecer Comechingón. No me esperaba para nada ganar ahí en Córdoba y fue toda una sorpresa”.
Debutar y ganar no es algo de todos los días, y mucho menos una distancia tan mítica como los 42 kilómetros y en una prueba de carácter internacional como A Pampa Traviesa. Es por eso que el caso de Andrea Changazzo es muy particular. Gracias a su estilo de juego ha llegado muy alto y ella lo reconoce. “Siempre corro por diversión y no tanto por competencia. Si llegara a correr para competir y me va mal seguro terminaría muy triste”. Lo que no se puede dudar es que, jugando o no, cuando Changazzo corre, lo hace y muy rápido.

Sus comienzos
La historia con el atletismo es muy reciente y esa relación comenzó sin buscarla. “Yo salía a correr todos los días, siempre el mismo recorrido, de mi casa hasta la Virgen (cruce Ruta 33 y Acceso Perón) y volvía. No sabía de distancia ni de tiempos. Un día me para una señora y me pregunta cuánto corría y yo no tenía ni idea. Esa señora era Cristina Cervera a la que yo le digo que es mi madrina del runner. Ella me empezó a invitar a correr y a que fuera a una carrera. Yo no sabía lo que era ir a una carrera así que una mañana de domingo fuimos con mi novio a Santa Rosa. Eran 5 kilómetros. Me acuerdo que me paré en la largada con el resto de las atletas y corrí. La pasé muy bien. Ahí conocí a otros atletas y, cuando nos estábamos volviendo, me llaman del altoparlante porque tenía que ir al podio, había terminado quinta. Hasta un trofeo me dieron. Yo estaba re contenta. A los 15 días volví y terminé cuarta”. Ese año Changazzo debutó en las Pre A Pampa Traviesa y luego corrió en abril la A Pampa Traviesa en la distancia de 5 kilómetros. Una historia que comenzaba con un triunfo. “Ahí salí primera y desde ese día empecé a ir a todas las carreras, pero siempre como diversión”, asegura.

El Maratón de Reyes
Para Changazzo, Maratón de Reyes era una carrera más. Nunca había sido parte de esta mítica prueba trenquelauquense y desconocía la importancia de la carrera para la comunidad. En sus años anteriores, Changazzo había cambiado Reyes por una Pre A Pampa y, en otra ocasión, por una prueba de sierras en Tandil. Fue este 2020 que decidió debutar en Reyes, a pesar de que no estaba en sus mejores condiciones físicas. “Los dos años anteriores cambié Reyes por otras carreras. Me acuerdo que en 2018 me enojé con la prensa porque un día me llamaron para hablar de Reyes y yo dije que iba a ir a correr a Tandil y me hicieron a un lado. Para mí Tandil era muy importante, tenía que correr en sierras dos días seguidos, pero claro, yo no conocía la importancia que tiene Maratón de Reyes para la ciudad”.
Nueva en el ambiente del atletismo pero con un crecimiento exponencial, este año Changazzo conoció y vivió desde adentro Maratón de Reyes. “La pasé muy mal y lo sabía, porque no había podido entrenar bien. Tuve una lesión unos meses antes y me habían dado 4 meses de reposo. Pero todos me insistían que corriera Reyes, desde amigos a mi familia. Y aunque no estaba en condiciones, después de poder hacer unas pasadas Marcos (Gómez Kistner) me preguntó cómo estaba y le dije que bien, que la iba a correr. Pero no fue mi mejor carrera, me sentía pesada, lenta y cuando una va a una carrera la lleva bien planeada y pensada, pero llegué y eso era lo importante”. En esa prueba Changazzo compartió escenario con Natalia Velázquez y Pamela Araneo.
Proyectos 2020

Changazzo no duda en que es necesario probar todas las distancias y terrenos para saber “qué te gusta”. Desde su comienzo no se ha encerrado en una prueba. Fue de los 5.000 metros de calle a los 42 kilómetros de montaña, corriendo también por arena. Eso le ha permitido disfrutar, sin presión, y pensar en el futuro. “Si no conocés, no sabés si te gusta o no. Si nunca corriste un 21k de calle y sólo corres en montaña, no sabés, y pasa lo mismo con los que sólo corren en calle y nunca han ido a montaña. Es todo muy distinto, pero hay que correr para saber si te gusta o no. Me pasó el año pasado corriendo en Necochea, una carrera nocturna toda por la playa y arena, durísima. Íbamos con unas linternas, y yo como no veo nada de nada, me quedé a la par de un corredor, así que lo seguía a él porque iluminaba el camino, y para no perderme de él le aguanté el ritmo. Cuando llegué me di cuenta que había terminado segunda” cuenta Changazzo de unas de sus tantas carreras del 2019.
Para este 2020 tenía objetivos claros. “Pensaba mejorar la marca que tengo en los 21k. Tengo 1h20’ y la idea era bajar a 1h17’ o 1h15’, centrarme en esa distancia. También correr algo de montaña, pero en esa distancia y para el segundo semestre hacer un 42k”. Su objetivo estaba centrado en el Medio Maratón de Buenos Aires que se iba a disputar en agosto (ya cancelado para 2021) y en el Maratón de Punta del Este. “Íbamos a ir con Paola Griffa, que ella ya lo ganó y ese año no pude ir”.
Pero entre sus objetivos más fuertes estaba el Maratón de New York. “Ese fue siempre mi sueño, correr los 42k en New York. Ya llevábamos unos dos años ahorrando y programando esta carrera de fin de año”.
Además, Changazzo encaraba un 2020 con sponsor. “Pude entrar en el grupo de runner del Club Banco Provincia de Vicente López, así que ellos me iban a ayudar con algunas carreras. Era algo que estaba esperando. Ir a competir es siempre muy caro. Así que este año junto a mi entrenador Marcos Gómez Kistner y el entrenador de Vicente López estuvimos diseñando el calendario”.
Hoy Changazzo volverá a sonreír, ya que tiene su día para salir a trotar. Como para otros trenquelauquenses, el deporte significa una forma de vida.

Fuente: Diario La Opinion

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